De la problemática del graffiti y para la creación del mismo en Nuevo León. - Aluxe

por: Aluxe




El graffiti es muchas cosas. Para la mayoría de la sociedad es un problema de pandillerismo. El ejemplo más claro es el del “atake” o “destrucción visual” que se llevó a cabo sin el éxito deseado en las avenidas Cuahutemoc y Constitución un domingo por la tarde del mes de Mayo del 2009. Sin el éxito por el hecho de la captura de alrededor de setenta de las casi trescientas personas que participaron en la destrucción visual. Pero para unas cuantas personas y haciendo una marcada diferencia, se trata de un “arte”. Poniendo de ejemplo la exposición; “Las calles están diciendo cosas” que fue montada a principios del año en curso, con una duración aproximada de un mes en “La Galería Regia” con la participación de “graffiteros” de diferentes estados de la Respública Mexicana como Oaxaca, Distrito Federal, Chiapas, incluyendo Nuevo León, entre otros.

El graffiti es muchas cosas; es una cueva con murales prehispánicos, piedras con petrograbados, una banqueta marcada justo antes de secarse, un árbol marcado con tres letras teniendo la “y” siempre entre las otras dos y encerradas con un corazón, dejando así marcado el amor que en ese momento sienten. Es también la pared rayada de cualquier casa, con colores o crayolas por las manos e imaginación del hijo/a de la casa. De igual manera el graffiti es la gran expresión de los muralistas mexicanos, teniendo como mayores expositores a David A. Sequeiros, Diego Rivera y José Clemente Orozco sin olvidarnos de los antecesores como el Dr. Atl y posteriores como Gonzáles Camarena sólo por mencionar algunos exponentes. Pues como lo define la Real Academia Española; grafiti- grafito; Escrito o dibujo hecho a mano por los antiguos en los monumentos.

Pero el graffiti también es la raya en el autobús, en el metro, con marcadores varios o con piedras especiales para tallar los vidrios , dejando así la marca personal y/o colectiva. Letras “tags”, “bombas” y hasta “piezas” que se marcan con aerosol con casas habitación, fábricas, anuncios panorámicos, trailer, camiones de carga, trenes, etc. Por que como también lo menciona la Real Academia Española: Letrero o dibujo circunstanciales, generalmente agresivos y de protesta, trazados sobre una pared u otra superficie resistente.
En este tipo de diferenciación de graffitis se ha venido estudiando el fenómeno del mismo desde el nacimiento del graffiti como vandalismo en la década de los setentas en New York y previo a ello los de protesta en la década de lo masivo en los movimientos pacifistas y los de protesta principalmente estudiantil alrededor del mundo en 1968. Graffiti ilegal y legal. Por un lado la producción y reproducción de un mismo tipo de letras plasmadas en el mayor número de lugares, clandestinamente, incluyendo lo complicado del hecho mismo de rayar. Plasmando el apodo o nick junto al de se “pandilla” o contemporáneamente “crew”, con el único fin de ser vistos y reconocidos por el mayor número de personas dentro del ambiente o de los ciudadanos atípicos al graffiti. Y por el otro la dominación de la técnica y la imaginación necesaria para que el hecho sea representado como una creación estética. Teniendo como primordial la creación de las “piezas” letras de diferentes estilos como Wild Style, Try d (tercera dimensión) etc, siempre con el hecho de la deformación de las mismas o la abstracción (si se le quiere denominar de una forma “artística”) manejando la armonía en el uso de colores en las mismas.
Podríamos pasarnos aquí escribiendo la infinidad de diferencias que encontramos en el graffiti, pero no es el caso que nos apremia. Pero sin alguna duda, puedo asegurar que en Nuevo León existe todo el tipo de graffiti que puede ser denominado de alguna manera. Ilegal; tags, bombas, calcas, stikers, piezas, street art, etc y de forma legal; piezas, caracteres, producciones, caricatura, retrato, street art.
El graffiti es muchas cosas y como tal, se vuelve una problemática para la sociedad Nuevoleonesa. Causa grandes dificultades para los habitantes de la ciudad el que uno o un grupo de jovencitos (regularmente) vayan a rayar la pared de su casa, oficina, negocio, etc y se vuelve un gasto extra el dejarles la pared limpia para que la vuelvan a rayar. Problema por el hecho de tipificar al graffiti como problema grave en su modalidad de pandillerismo dentro de las leyes del Estado.
El graffiti es muchas cosas y como tal, resulta un problema para los realizadores del mismo. Ser “graffitero” en Nuevo León implica muchas cosas, desde el costo de los aerosoles y válvulas hasta el otorgamiento de permisos para la utilización de una pared. Los policías no saben distinguir entre legal e ilegal y en ocasiones han remitido a jóvenes a las celdas cuando cuentan con el permiso de la utilización del espacio. “Las dueñas de las casas al momento de ir a pedir una barda, te hacen muecas y dicen no no, no queremos más rayadero de eso, pero cuando les enseñas en boceto ya dicen otra cosas y hay algunas que ni te dan chanza de mostrarles lo que quieres hacer”. “Nunca falta el grito ese de “ráyense la cola” pero también nunca falta quien se acerca para decirnos que cuanto les cobramos por hacerles alguna figuro o un dibujo o quienes quieren que pintemos sus casas para que ya no este el rayadero feo(las bombas y eso)”. “Desgraciadamente lo ilegal nos quita muchos espacios”. (plática con un graffitero de la localidad).
Las problemáticas para los graffiteros son muchas, así como la problemática de los mismos para la sociedad en general. El problema por el cual se preocupa tanto la autoridad es la masificación de la acción. El hecho de que más de trescientos jovencitos (no se le puede denominar a todos graffiteros) salgan un domingo por la tarde a dañar la propiedad privada y del estado es motivo de preocupación y no por ese hecho, sino porque se dan cuenta que por los medios electrónicos la sociedad es capaz de organizar cualquier tipo de acción (en este caso de un súper ego y no de protesta o la exigencia de espacios para jóvenes como se ha venido mencionando). Porque estoy seguro que estaría más preocupado el Estado con el hecho de la pinta de paredes pero con el sesenta por ciento de las rayas con algún tipo de protesta o consigna política. El problema aquí es el medio de organización, ya que la forma no fue la mejor, pues mira que salir alrededor de trescientos chavos del mercado Fundadores, de la calle 15 de mayo caminando hasta Juárez, y de subir hasta constitución “tageando” lo que encontraran a su paso, nos indica una mala forma de organización. Y el principal problema para los graffiteros legales radica en los graffiteros ilegales, pero es imposible (no en todos los casos) que uno que realiza graffiti legal llegue al dominio de la técnica y a conceptualizacion de las ideas sino a pasado por lo que hacen graffiti ilegal, incluso hay quienes combinan ambos sin ninguna dificultad. Entonces me atrevo a afirmar que el graffiti por esencia es ilegal.
El proceso de la aceptación y transformación del graffiti en Nuevo León no va a la par. Pues la evolución a llegado a niveles muy altos. Hay quienes han incursionado en el street art de la mejor manera, hay quienes manejan de manera la técnica y pueden hacer un retrato, hiperrealismo, caricatura, paisaje etc. Entonces también me atrevo a decir que el graffiti es la única creación plástica donde se mezclan los estilos artísticos sin poner el grito en el cielo y resulta admirable. Admirable más no aceptable. pero si criminalizado. El graffiti en México puede llegar a ser el nuevo muralismo mexicano si se lo propone (marcando la diferencia de la técnica y resaltando que Siqueiros uso por mucho tiempo la “brocha mecánica” que equivale al aerógrafo actualmente), pues en palabras de Siqueiros las tres características esenciales son; monumental, público y con contenido político, es cierto falta el contenido, pero las otras dos las cumple sin ningún problema. Aunque el graffiti es netamente público ha hecho su aparición en diversas Galerías y a diferencia del Muralismo o los cuadros de caballete, los graffiteros saben la gran galería es la calle y que el graffiti en esencia es efímero.